Hola Ingrid

Hola Ingrid

Me nace hablarte desde el Fenix hasta la puesta del sol.
Flotamos.
El viento nos lleva.
Los pasos del anciano son lentos.
Su estabilidad hace temblar el corazón.
Quizás mañana no éste.
Quizás mañana nunca llegue.
Quizás, se lo lleve la vida.
Lo atropelle.
Mañana no sabremos de el.
Y el lo sabe.
Pero el sigue caminando, lento.
Paso a paso.
Como puede, como quiere.
Porque la vida pasó.
Levanta la cabeza.
Nos mira.
Sonríe.
Y sigue caminando.
Y las hojas secas de otoño se sueltan.
Bailan con el viento.
Carreras eternas.
Hasta perderse, quebrarse.
Desaparecer.
El, el sigue caminando.
Como le enseñó la vida.
Con una sonrisa.
Y el pelo blanco.
Tembloroso.
Pero firme.
Allá va el...
Libre.
Solitario.
Audaz.
Sonríe, baja su cabeza y se aleja despacio.
Rozando las baldosas.
Arrastrando días, años, vida.
Esa que deja cuando pasa.
Esa que te llena de aire.
Y respiras...